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Tu ciudad no existiría sin los ciudadanos, ya que son ellos los que trabajan en la industria, los profesionales que ofrecen los diferentes servicios y los clientes que acuden a las tiendas, entre otras cosas.
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Para que tu ciudad siga creciendo tienes que cuidar la salud y el bienestar de tus ciudadanos, además de ofrecerles una buena educación. Si consigues que tus ciudadanos sean felices, tengan una buena formación y gocen de buena salud, tu ciudad prosperará.
Por cada ciudadano se muestran una serie de características, con las que puedes visualizar sus necesidades y su capacidad de contribuir a la ciudad.
Edad
La edad de un ciudadano afecta a sus necesidades en lo que respecta a varios servicios municipales. Los niños necesitan más atención médica y educación que los adultos. Las personas mayores necesitan más atención médica pero también más servicios policiales y de seguridad contra incendios.
Los jóvenes y adultos forman la población activa: el pilar de la ciudad.
Educación
El nivel de educación de los ciudadanos determinará la acumulación de basura, así como el uso del agua y de la electricidad de la ciudad. También afectará al nivel tecnológico de la ciudad, lo que a su vez condicionará las posibles mejoras de los edificios. Así pues, si formas bien a tus ciudadanos tu ciudad gozará de una industria puntera y unos servicios excelentes.
Salud
La salud de los ciudadanos determina su esperanza de vida y su eficiencia en el trabajo. Si hay un nivel de salud bajo, los servicios de atención médica tendrán demasiado trabajo y el bienestar de los habitantes caerá.
El hecho de tener un buen programa de atención médica, servicios de eliminación de basura y agua potable ayudará a la salud de tus ciudadanos. En cambio, la contaminación acústica, del aire y del agua, así como la criminalidad, afectan negativamente a su salud, lo que hará que caigan enfermos y no puedan trabajar.
Felicidad
La felicidad de los habitantes de tu ciudad determina cuánto dinero van a gastar, el nivel de empleo y el de criminalidad. Si se alcanza una gran falta de bienestar, los ciudadanos abandonarán la ciudad debido a las malas condiciones.
Si, por el contrario, los proteges y les ofreces una buena educación y un espacio de ocio agradable, estarás contribuyendo a su felicidad.
Los servicios de policía y de bomberos, los parques y las plazas, los centros educativos y la electricidad, por nombrar algunos ejemplos, aumentan la felicidad de tus ciudadanos. Los incendios y una salud débil les afectan negativamente.